jueves, 20 de octubre de 2011

Viavilidad de la energia nuclear en Uruguay

En marzo de 2008 el ex presidente Vázquez pidió en el Consejo de Ministros que se
estudiara la posibilidad de que el país cuente con energía atómica, fuente que
actualmente está expresamente prohibida por ley. La ley 16.832 fue votada en 1997
bajo la presidencia de Sanguinetti y en su artículo 27 establece: “Prohíbese el uso de energía de origen nuclear en el territorio nacional. Ningún agente del mercado
mayorista de energía eléctrica podrá realizar contratos de abastecimiento de energía
eléctrica con generadores nucleares ni con generadores extranjeros cuyas plantas
contaminen el territorio nacional”
Este artículo ha sido muy criticado, dado que la energía de origen nuclear se utiliza en
nuestro país en medicina, además de que en casos en que hay que importar energía
eléctrica, una parte de la misma proviene de fuentes nucleares fuera del territorio
nacional.
En caso de derogarse esta ley, entraría en vigencia nuevamente una ley anterior:
artículo 215 de la ley 16.226 de 29 de octubre de 1991.
"… la instalación en cualquier
parte del territorio nacional de centrales nucleares de generación de energía eléctrica,
públicas o privadas requerirá aprobación por ley".
A partir de la disposición del gobierno a comenzar a pensar en esta posibilidad, se creó
una comisión técnica para estudiar el tema energía nuclear. Esta comisión, integrada
principalmente por técnicos de la Universidad de la República, elaboró un informe
detallado sobre los distintos aspectos que integran el tema nuclear y recomendó la
formación de un grupo que siguiera los pasos recomendados por la OIEA. Es de
destacar que Uruguay no posee expertos en la generación de energía núcleo-eléctrica
que residan en el país. Una comisión multipartidaria fue creada para ello. La misma
está integrada por representantes de cada partido político y tres especialistas del Poder
Ejecutivo: uno del Ministerio de Salud Pública, uno de Vivienda, Ordenamiento
Territorial y Medio Ambiente, y el director nacional de Energía, Ramón Méndez. Esta
comisión se encuentra en la Fase I propuesta por la OIEA, siguiendo el protocolo
recomendado para poder definir si la generación de energía nucleoeléctrica es una
posibilidad para nuestro país. La fase uno demora entre 1 y 2 años para pronunciarse
luego de estudiar el tema.
De continuarse, la fase dos correspondería al montaje de la infraestructura legal, la
formación de juristas especializados y creación de la autoridad reguladora. En una
tercera etapa de resolverían aspectos técnicos como el tipo de reactor a comprar,
manejo de residuos, costos y llamado a licitación. La última fase correspondería a la
construcción de la central. Estas fases se corresponden con el protocolo del Organismo
Internacional para la Energía Atómica (OIEA) detalladas anteriormente.
Por su parte, la Red Uruguaya de ONGs Ambientalistas ya hizo pública su postura
contraria a la instalación de una central nuclear por considerando, entre otras cosas, el
tema de los residuos y la dificultad de encontrar en el territorio nacional un lugar para
su disposición segura durante miles de años, la posibilidad de accidentes y su riesgo
potencial, señalando que la reducción de emisiones de CO2 de Uruguay no justifica el
cambio de generación eléctrica y proponiendo la incorporación de energías renovables
y sustentables como la eólica, la solar, la térmica y la biomasa, más adecuadas según
ellos para la escala nacional. Según un informe de la DINAMA (2008), disponible en
www.mvotma.gub.uy/dinama, el sector agropecuario es responsable del 80% e las
emisiones uruguayas de gases de efecto invernadero, mientras que el 14%
corresponde a la generación de energía (dentro de este porcentaje se encuentra la
electricidad). La menor incidencia de la electricidad en las emisiones uruguayas estaría
respaldando el argumento citado.

domingo, 16 de octubre de 2011

Accidentes Nucleares

accidentes nucleares mas importantes


accidente de chernobil

 La central nuclear

Detalle central de la medalla entregada a los liquidadores, donde se representan las tres clases de radiaciones junto a una gota de sangre

Chernóbil, 1997



La central nuclear de Chernóbil (Чернобыльская АЭС им. В.И.Ленина – Central eléctrica nuclear memorial V. I. Lenin) se encuentra en Ucrania, 18 km al noroeste de la ciudad de Chernóbil, a 16 km de la frontera entre Ucrania y Bielorrusia y 110 km al norte de la capital de Ucrania, Kiev. La planta tenía cuatro reactores RBMK-1000 con capacidad para producir 1 000 MWth cada uno. Durante el periodo de 1977 a 1983 se pusieron en marcha progresivamente los cuatro primeros reactores; el accidente frustró la terminación de otros dos reactores que estaban en construcción. El diseño de estos reactores no cumplía los requisitos de seguridad que en esas fechas ya se imponían a todos los reactores nucleares de uso civil en occidente. El más importante de ellos es que carecía de un edificio de contención.

El núcleo del reactor estaba compuesto por un inmenso cilindro de grafito de 1,700 t, dentro del cual 1,600 tubos metálicos resistentes a la presión alojaban 190 toneladas de dióxido de uranio en forma de barras cilíndricas. Por estos tubos circulaba agua pura a alta presión que, al calentarse, proporcionaba vapor a la turbina de rueda libre. Entre estos conductos de combustible se encontraban 180 tubos, denominados «barras de control», compuestos por acero y boro, que ayudaban a controlar la reacción en cadena dentro del núcleo del reactor.
El accidente



El accidente
En agosto de 1986, en un informe enviado a la Agencia Internacional de Energía Atómica, se explicaban las causas del accidente en la planta de Chernóbil. Este reveló que el equipo que operaba en la central el sábado 26 de abril de 1986 se propuso realizar una prueba con la intención de aumentar la seguridad del reactor. Para ello deberían averiguar durante cuánto tiempo continuaría generando energía eléctrica la turbina de vapor después de la pérdida de suministro de energía eléctrica principal del reactor.[8] Las bombas refrigerantes de emergencia, en caso de avería, requerían de un mínimo de potencia para ponerse en marcha (hasta que se arrancaran los generadores diésel) y los técnicos de la planta desconocían si, una vez cortada la afluencia de vapor, la inercia de la turbina podía mantener las bombas funcionando.

Para realizar este experimento, los técnicos no querían detener la reacción en cadena en el reactor para evitar un fenómeno conocido como envenenamiento por xenón. Entre los productos de fisión que se producen dentro del reactor, se encuentra el xenón135, un gas muy absorbente de neutrones. Mientras el reactor está en funcionamiento de modo normal, se producen tantos neutrones que la absorción es mínima, pero cuando la potencia es muy baja o el reactor se detiene, la cantidad de 135Xe aumenta e impide la reacción en cadena por unos días. El reactor se puede reiniciar cuando se desintegra el 135Xenón.

Los operadores insertaron las barras de control para disminuir la potencia del reactor y esta decayó hasta los 30 megavatios. Con un nivel tan bajo, los sistemas automáticos detendrían el reactor y por esta razón los operadores desconectaron el sistema de regulación de la potencia, el sistema refrigerante de emergencia del núcleo y, en general, los mecanismos de apagado automático del reactor. Estas acciones, así como la de sacar de línea el ordenador de la central que impedía las operaciones prohibidas, constituyeron graves y múltiples violaciones del Reglamento de Seguridad Nuclear de la Unión Soviética.

A 30 megavatios de potencia comienza el envenenamiento por xenón y para evitarlo aumentaron la potencia del reactor subiendo las barras de control, pero con el reactor a punto de apagarse, los operadores retiraron manualmente demasiadas barras de control. De las 170 barras de acero al boro que tenía el núcleo, las reglas de seguridad exigían que hubiera siempre un mínimo de 30 barras abajo y en esta ocasión dejaron solamente 8. Con los sistemas de emergencia desconectados, el reactor experimentó una subida de potencia extremadamente rápida que los operadores no detectaron a tiempo. A la 1:23, cuatro horas después de comenzar el experimento, algunos en la sala de control comenzaron a darse cuenta de que algo andaba mal.

Cuando quisieron bajar de nuevo las barras de control usando el botón de SCRAM de emergencia (el botón AZ-5 «Defensa de Emergencia Rápida 5»), estas no respondieron debido a que posiblemente ya estaban deformadas por el calor y las desconectaron para permitirles caer por gravedad. Se oyeron fuertes ruidos y entonces se produjo una explosión causada por la formación de una nube de hidrógeno dentro del núcleo, que hizo volar el techo de 100 toneladas del reactor provocando un incendio en la planta y una gigantesca emisión de productos de fisión a la atmósfera




Accidente nuclear de Fukushima
El accidente nuclear de Fukushima Daiichi o Fukushima I comprende una serie de incidentes, tales como las explosiones en los edificios que albergan los reactores nucleares, fallos en los sistemas de refrigeración, liberación de radiación al exterior, que se están registrando en las instalaciones de la central nuclear Fukushima I en Japón, a consecuencia de los desperfectos ocasionados por el terremoto, y posterior tsunami, afectando al noreste de Japón en la jornada del 11 de marzo de 2011.

Los primeros fallos técnicos se registraron en el mismo día en que se produjo el sismo, el 11 de marzo, con la parada de los sistemas de refrigeración de dos reactores y de cuatro generadores de emergencia. A consecuencia de estos incidentes, han surgido evidencias de una fusión del núcleo parcial en los reactores 1, 2 y 3; explosiones de hidrógeno que destruyeron el revestimiento superior de los edificios que albergan a los reactores 1,3 y 4; una explosión dañó el tanque de contención, en el interior del reactor 2 (ver edificio de contención); han ocurrido múltiples incendios en el reactor 4. Además las barras almacenadas de combustible nuclear gastado en las piscinas de combustible gastado de las unidades 1-4, comenzaron a sobrecalentarse cuando los niveles de las piscinas bajaron. El reactor 3 emplea un combustible denominado "MOX", formado por una mezcla de uranio más plutonio que lo hace especialmente peligroso. El miedo a filtraciones de radiación llevó a las autoridades a evacuar un radio de 20 km alrededor de la planta, extendiendo luego este radio a 30 y posteriormente a 40 km. Los trabajadores de la planta han sufrido exposiciones a radiación en varias oportunidades y fueron evacuados temporariamente en varias oportunidades. El 11 de abril el nivel de gravedad del incidente se elevo a 7 para los reactores 1, 2 y 3, el máximo en la escala INES el mismo nivel que el accidente de Chernobyl, este fue calificado por Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial (NISA).

Dada la magnitud del incidente, de inmediato las autoridades declararon el «estado de emergencia nuclear» y procedieron a la adopción de medidas urgentes encaminadas a paliar los efectos del accidente, como fue la evacuación de la población residente en las zonas adyacentes (con un aumento progresivo del perímetro de seguridad) o la movilización de las fuerzas armadas para controlar la situación. Además, en el transcurso de los días se fueron tomando nuevas decisiones, como inyectar agua marina y ácido bórico en alguno de los reactores, suministrar yoduro de potasio a la población o desplazar los vuelos de la aviación civil del entorno de la central afectada. Las medidas adoptadas, tanto las dirigidas a controlar el accidente nuclear como las enfocadas a garantizar la estabilidad del sistema financiero nipón, fueron respaldadas por organismos tales como la Organización Mundial de la Salud o el Fondo Monetario Internacional.

Imagen de Satélite el 16 de marzo de los cuatro edificios del reactor dañado